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Capítulo VII
Principales conclusiones
Estas actuaciones deberían contar, además de con
los GDR, con la implicación de las organizaciones
empresariales, asociaciones o federaciones de
mujeres y los organismos de igualdad.
1.4. Medidas destinadas a analizar el impacto de
género que están teniendo los criterios de
baremación de riesgos y los procesos de ac-
ceso al crédito en las entidades financieras.
Establecimiento de líneas de colaboración con las
entidades financieras locales para revisar estos
procesos con una mirada de género, identificando
qué requisitos pueden estar generando discrimi-
naciones por razón de sexo y realizar las subsa-
naciones oportunas. Para ello será imprescindible:
¡
Contar con personal formado en materia de
género.
¡
Y/o incentivar la contratación de empresas es-
pecializadas en materia de igualdad que asesoren
en la revisión y ajuste de estos criterios.
Llevar a cabo estas medidas requiere de la impli-
cación, además de las entidades financieras, de las
administraciones públicas, los servicios de empleo
o los organismos de igualdad.
1.5. Medidas de capacitación en materia
de igualdad.
Esta línea de acción debe encaminarse, de nue-
vo, a continuar y reforzar el trabajo que están
desarrollando los GDR en materia de formación
en igualdad de género a los distintos agentes
territoriales. Se contemplará:
¡
El
diseño de un itinerario formativo
para las
organizaciones laborales y servicios de empleo
en los territorios, que posibilitaran la adquisición
secuencial de conocimientos. Este itinerario debería
asentarse sobre un
sondeo previo
que posibilitara
desvelar el posicionamiento frente a la igualdad
de los y las profesionales de estos ámbitos, así
como las características básicas de las acciones
formativas para que estas fueran exitosas. A tenor
de los resultados de este estudio, estas deberían
ser de corta duración, como píldoras formativas,
que incidieran en conceptos claves en materia de
igualdad y posibilitaran la adquisición progresiva de
conocimientos.
¡
Aprovechando la cada vez mayor penetración
de las nuevas tecnologías en las entidades locales
y comarcales, podría plantearse la creación de
un
Campus Virtual,
que proporcione contenidos
gratuitos para descargar (las mencionadas píldoras
formativas, conferencias, materiales, modelos o
demos, etc.), e información sobre redes de profe-
sionales por la igualdad, contactos y enlaces de
interés, actividades, etc.
Acciones como las propuestas deben contar con
la implicación y el impulso de las entidades locales,
provinciales y autonómicas responsables del diseño
y puesta en marcha de las actuaciones en materia
de empleo, y que tienen la responsabilidad última
de proveer a los territorios de equipos técnicos
con los conocimientos necesarios, también en
igualdad, para llevarlas a cabo.
Así mismo, deben impulsarse acciones con el
movimiento asociativo local,
especialmente, las
asociaciones de mujeres,
en la línea de:
¡
Identificar la formación necesaria para que
éstas desarrollen su papel dinamizador y de
defensa de las necesidades de las mujeres,
como
grupos de presión y denuncia de las situaciones
de desigualdad que se detecten. De nuevo, las
actuaciones que se pongan en marcha no deben
partir de la intuición sobre lo que es necesario, sino
de un
análisis previo
sobre las características de
las asociaciones de mujeres rurales, que desvele
los obstáculos y carencias que sus integrantes
encuentran para participar activamente, desarrollar
