Estudio sobre la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito
laboral realizado en el contexto de las micropymes del medio rural
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60% en esta opción y sectores, y opinan en más
de un 35% de los casos que solo pueden acceder
a los puestos tradicionalmente ocupados por
ellas. Esta mayor percepción de la desigualdad
por parte de las mujeres va asociada a su propia
experiencia, aunque son muchos los casos en
los que se identifica presencia con logro de la
igualdad. Esta ceguera de género, ya mencionada
con anterioridad, no posibilita el reconocimiento
de las desigualdades, llegando a generar cierto
rechazo ante las actuaciones que se emprenden
para superarlas, como las acciones positivas.
Si queremos la igualdad no puede ser que
se elija antes a una mujer que a un hombre solo
porque es mujer, tiene que haber otros criterios
para desempatar sino cada vez habrá más tensión,
yo estoy totalmente en contra de la discriminación,
ni positiva ni negativa, lo que se debería hacer es
acabar con la discriminación y elegir al mejor, sea
quien sea (cuestionario personas trabajadoras).
Para concluir este epígrafe, cabe destacar las
dificultades de reincorporación al empleo que
están teniendo las personas trabajadoras que se
incorporaron en edades tempanas a sectores que
demandaban mano de obra sin cualificación y que
han sido expulsadas del mercado de trabajo a
raíz de la actual crisis. Según las aportaciones de
las personas trabajadoras, y pese a la existencia
de planes de recualificación promovidos por las
administraciones públicas, el “rescate” de esta
mano de obra parece ser tarea difícil.
Son gente que les cuesta mucho reciclarse
y adaptarse a la nueva situación, porque hay
muchísima gente que no terminaron los estudios.
Antes, a los 16 años, se terminaba el instituto, era
obligatorio. Estaban fritos por terminar a los 16
años y colocarse en la obra a ganar dinero. Por
tanto, son gentes que han salido sin formación
ninguna y con poca capacidad de reciclaje
(GTMIX).
Entonces, a personas con escaso nivel de
formación y de cualificación, decirle ahora tienes
que subir el peldaño, primero de formarse o de
reciclarse, porque sinceramente un montón
de puestos de trabajo requieren un nivel de
cualificación 2. Entonces, no solo tienen que
hacer el esfuerzo de cambiar de actividad sino
que a su vez elevar su nivel, entonces es un tema
bastante difícil (GTMIX).
Según las y los participantes, este grupo de tra-
bajadores se resisten a buscar otras opciones de
empleo en otros sectores, o a reducir sus expec-
tativas laborales. En este sentido, sí se observan
diferencias ligadas al género. Las mujeres, aun
teniendo niveles de estudio más altos, muestran
una mayor flexibilidad a la hora de optar a empleos
que no lo exigen. Ello aumenta sus posibilidades de
inserción y las sitúa en una mejor posición de ac-
ceso a un mercado de trabajo limitado por la crisis.
Yo creo que en general la mujer está resistiendo
un poco mejor la crisis debido a su polivalencia,
su capacidad de hacer más cosas, su adaptación,
que en el caso de muchos de los hombres,
por ejemplo, que han estado acostumbrados a
trabajar en la construcción y tienen que hacer
otra cosa, les cuesta un mundo (GTMIX).
Pienso que la mujer es más capaz de meterle
mano a todo que el hombre. Hay trabajos que
tradicionalmente son de mujeres y los hombres no
entran ahí, por ejemplo, cuidar niños, ancianos...
Aunque la mujer esté formada, no tiene miedo a
hacer en un momento dado ese tipo de trabajos,
mientras que el hombre no. Pienso que el
hombre, cuando tiene un nivel de formación, tirar
hacia abajo le cuesta más trabajo que a la mujer
(GTMIX).
Esta falta de adaptación de los hombres a los
cambios del mercado de trabajo y la flexibilidad
de las mujeres está relacionada con el valor subje-
