Estudio sobre la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito
laboral realizado en el contexto de las micropymes del medio rural
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ámbito nacional, la contratación masculina por
esta modalidad ha registrado una disminución del
31,71% y la femenina de un 27,86%.
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La ten-
dencia es similar en todas las comunidades con
GDR participantes en el estudio, salvo Castilla - La
Mancha, en la que se registra una caída del empleo
temporal superior en las mujeres (39,10%) que en
los hombres (30,91%).
La evolución de la brecha de género de las
contrataciones temporales ha sido, no obstante,
irregular a lo largo de los últimos años. Esta parece
aumentar a favor de los hombres en todos los casos
hasta 2010, años en los que se ha destruido más
empleo masculino en los sectores más afectados
por la crisis, que ha podido transformarse en
empleo temporal en el mismo sector o en otros no
tan castigados. A partir de 2010, la evolución de
la brecha de género es distinta en cada comarca.
En Andalucía, vuelve a disminuir, aunque no deja
de ser favorable a los hombres. En Asturias, por el
contrario, se invierte la tendencia en 2011, siendo
en este año más numerosas las contrataciones
temporales de mujeres, para alcanzar una situación
de equilibrio en 2012. En Castilla La Mancha
cae la brecha de género de las contrataciones
temporales en 2011 hasta alcanzar un 18,49% a
favor de los hombres, y llega al 22,75% en 2012.
Esta variabilidad de las contrataciones muestra un
mercado de trabajo inestable que destruye empleo
y recurre a contrataciones temporales como forma
de adaptarse a las fluctuaciones y estacionalidad
de la actividad económica. En cualquier caso, la
brecha de género en las contrataciones sigue
mostrando las mayores posibilidades de acceso al
empleo de los hombres.
Estos datos quedan corroborados por los
recopilados por los GDR a través de los Servicios
de Empleo autonómicos, sobre contrataciones
registradas. En general, en todos los territorios
y en todos los periodos considerados, las con-
trataciones masculinas son superiores a las
femeninas, a excepción de las contrataciones
a jornada parcial, en las que las mujeres son
mayoría en todos los casos. Son datos, de nuevo,
coherentes con los disponibles en otras fuentes
oficiales y la información manejada a nivel nacional
y autonómico. La tabla siguiente da cuenta de la
evolución de las personas asalariadas por el tipo de
jornada que desempeñan, incidiendo en la realidad
que muestran los mencionados datos sobre
contrataciones registradas.
En general, en todos los casos contemplados,
el porcentaje de ocupados a tiempo completo
es mayor que el de ocupadas, mientras que lo
contrario sucede con la contratación a tiempo
parcial. Esta situación no ha sido generada por la
crisis económica, sino que es una de las situaciones
de desigualdad género que se producen en
el ámbito laboral como consecuencia de la
mayor participación de las mujeres en el ámbito
reproductivo.
40. Tasas de variación calculadas a partir de los valores absolutos de contratación temporal proporcionados por la EPA.
