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Presentación
Este Estudio que presentamos ha sido realizado
dentro del proyecto de cooperación interterritorial
“IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES EN EL
MEDIORURAL”, que fue aprobado según resolución
de 19 de agosto de 2010, de la secretaría de estado
de medio rural y agua, en el marco de la red rural
nacional, orden ARM/1287/2009, convocadas por
resolución de 26 de febrero de 2010.
Es el resultado de un trabajo conjunto realizado por
trece Grupos de Desarrollo Rural (GDR) españoles,
involucrados en el proyecto. Después de más de
quince años, los Grupos de Desarrollo Rural (GDR)
son un referente en los territorios rurales y han
significado la apuesta por un determinado modelo
de gestión que no se queda sólo en impulsar la
diversificación de las actividades agrarias; sino que,
han demostrado que para actuar en un determinado
territorio es clave la implicación de la población en
los programas de desarrollo rural.
No cabe duda de que la Cooperación ha supuesto
un valor añadido a las estrategias de desarrollo rural
planteadas por los GDR, y ha permitido el logro de
objetivos que no hubieran podido llevarse a cabo de
no ser articulados desde el punto de vista de dicha
cooperación y el intercambio de conocimientos
y experiencias entre territorios y actores con
necesidades y potencialidades comunes.
La participación en este proyecto de cooperación
de Grupos de distintas provincias y comunidades
autónomas, con ámbitos territoriales y caracte-
rísticas distintas, con un tejido productivo signifi-
cativamente muy diferente y con una determinada
realidad social, nos ha permitido visualizar la realidad
laboral de hombres y mujeres en un escenario
plural, enriqueciendo tanto cuantitativamente como
cualitativamente los resultados obtenidos.
El Estudio sobre la igualdad entre hombres ymujeres
en el ámbito laboral, realizado en el contexto de
las micropymes del medio rural, ha puesto de
manifiesto la situación de estas empresas y el
impacto que la crisis está teniendo en la realidad de
las mujeres y los hombres que en ellas desempeñan
su actividad laboral. Nos ha permitido desvelar
como la división sexual del trabajo permanece, y
parece que la crisis contribuye a ello, como factor
central de las desigualdades de género y está en
la base del sistema económico; como la especial
persistencia del rol de género en estos territorios
rurales ha puesto de manifiesto la preferencia de
las empresas por la contratación de hombres;
como la ceguera de género en un nutrido grupo
del empresariado y de personas trabajadoras hace
que no se perciba la existencia de desigualdades,
debido a la falta de información y conocimientos
